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Evocaron en Cerrillos el 44°aniversario de la desaparición de Miguel Ragone

Representada por el vicegobernador, Antonio Marocco y los Legisladores, Fernando Sanz y José Ibarra, la Cámara de Senadores de Salta se sumó a los homenajes con motivo del 44° aniversario de la desaparición y muerte del ex gobernador constitucional, Miguel Ragone.

El acto central se llevó a cabo este miércoles en Cerrillos, en la plazoleta Miguel Ragone del Barrio San Isidro, y contó con la participación del nieto del ex mandatario, Fernando Pequeño, autoridades provinciales, municipales y legisladores; además de delegaciones escolares y público en general.

Durante el acto los oradores resaltaron el compromiso social, la militancia y la responsabilidad de Ragone. Lamentaron que su viuda, Clotilde Suárez de Ragone, muriera sin poder saber donde están los restos de su esposo y efectuaron una reseña histórica del momento que rodeó a su secuestro y desaparición, calificándolo como la antesala del cruento golpe militar del ’76.

También evocaron su tarea como profesional de la salud, primero junto a Ramón Carrillo en la Nación y luego en Salta; como militante peronista en la Provincia y finalmente como gobernador constitucional, con su sello de honestidad y austeridad.

El Senador Sanz sostuvo que “la historia y el presente nos convocan para que todos juntos hagamos aquella Salta planteada por Ragone en la Asamblea de 1973, que soñaba con una democracia integrada por la unidad Nacional”.

El secuestro de Miguel Ragone se produjo un 11 de marzo de 1976 al salir de su domicilio y en el hecho los captores balearon a Margarita de Leal, una transeúnte, que sobrevivió, y a Santiago Arredes, un vecino, que murió. ​

Luego, su auto fue abandonado en Cerrillos y se sospecha que sus restos se encuentran en algún lugar del Valle de Lerma

En 2011 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Salta estableció que Ragone fue secuestrado y simultáneamente asesinado el 11 de marzo de 1976, en momentos en que se dirigía en su automóvil a trabajar como médico en el Hospital San Bernardo. La sentencia estableció que debido a que la operación para asesinar a Ragone se realizó en varias provincias y durante la vigencia de los decretos de aniquilamiento, la autoría intelectual del asesinato correspondió a las autoridades militares del III Cuerpo de Ejército, bajo el mando en ese momento del Luciano Menéndez y ejecutada por integrantes del Ejército y la Policía de Salta.

El fallo condenó, entre otros, a penas de prisión perpetua e inhabilitación absoluta al coronel Carlos Alberto Mulhall (que era por entonces el jefe del Ejército en la provincia), el teniente coronel Miguel Gentil (jefe de la policía) y el comisario Joaquín Guil (jefe de seguridad de la policía).