Cámara de Senadores
Historia

Reseña Histórica del Edificio de la Legislatura

Los comienzos

Ediliciamente, la Legislatura de la Provincia tiene una larga historia plasmada en distintos tratados, de ellos hemos podido rescatar que desde la constitución de la primera Legislatura (Año 1806) hasta el año 1889 funcionó en el Cabildo Histórico (Calle Caseros entre Zuviría y Alberdi) conjuntamente con la Casa de Gobierno y el Palacio de Justicia.

En el año 1882 se inicia la construcción del Palacio de Gobierno en la actual calle Mitre N.° 550 -ex calle Libertad-, llamada Casa de Leones. Antonio Elías Gallardo en su libro “La casa de los Leones” expresa: “Pienso que tan fastuoso edificio para la época en que se construyó, debe de haber dado motivo al comentario popular, más si aún si se tiene en cuenta la gran recesión fiduciaria que vivía la provincia.” Ello habría dado lugar, según su criterio, a que “mis comprovincianos tan proclives a poner apodo a las personas también lo hayan hecho con el mencionado edificio, cuyo frente en su entrada principal ostenta, en lugar de las clásicas tronera, 19 cabezas de leones en total, 5 de cada lado y 9 en el frontispicio. Fue una tramitación difícil, que llevo su tiempo y que mucho me temo aún se encuentra inconclusa, este suceso sacudió en su época tranquila paz de la población salteña”.

Desde el año 1956 al 1902, de acuerdo a los datos recopilados, la Legislatura funcionó en las actuales dependencias de la Centra de Policía de la Provincia.

En el año 1902 se termina la construcción del Palacio Legislativo, cuya tramitación se inició con la Ley N.°131 del año 1885, por la que se solicitó al Gobierno de la Nación un empréstito por la suma de $30.000 M/N.

Los planos fueron proyectados por el Director del Departamento Topográfico, ingeniero Fernando Sola. Su construcción comenzó bajo la dirección de Don Francisco Righetti. Posteriormente, y durante el gobierno del Dr. Pedro Frías, le fue cancelado el contrato, confiándoselo al ingeniero Vicente Arquatti y luego concluido por el ingeniero Fernando Solá.

A partir del año de su inauguración la Legislatura funcionó en el edificio de Mitre Nº 550 Inicialmente compartió el edificio con el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, hasta que la Casa de Gobierno -por razones de comodidad- se trasladó al edificio de calle Buenos Aires N°177, y el Poder Judicial a la calle Sarmiento esquina Belgrano. A partir de allí el Palacio de Gobierno pasó a ser el actual Palacio Legislativo.

Una revista muy prestigiosa de aquella época, “Caras y Caretas”, publicada en Buenos Aires, en su ejemplar de fecha 22 de Marzo de 1902, haciendo mención a la inauguración de la nueva Casa de Gobierno de Salta, decía lo siguiente: “Cierto día el soplo de destrucción de casas viejas que empezó en Buenos Aires, al abrirse la Avenida de Mayo se enseñoreó de Salta, y a vuelta de pocas discusiones saturadas de un modernismo encomiable, si no hubiera sido prematuro, se decidió la enajenación del antiguo edificio. La Provincia necesitaba para asiento de sus autoridades un palacio en armonía con los gustos de la época. Los claustros sombríos, los corredores, las habitaciones solemnes y monocaicas, fueron abandonados a particulares que convirtieron en míseros inquilinatos al noble Cabildo. Mientras tanto, el despacho del Gobernador se ubicaba donde se podía, hasta terminar las nuevas obras resueltas, lo que se ha prolongado durante años, y hoy, por fin, un cómodo alojamiento, obra de Aráoz y Paulucci, se brinda a la administración de Don Pío Uriburu, desde el 20 de Febrero en que fue inaugurada. El edificio uno de los más notables de la ciudad, se alza en un extremo del histórico campo donde Belgrano ganó la celebre batalla.”.

Del Cabildo colonial al Palacio moderno

Por Ley Provincial N° 131, se autoriza al Poder Ejecutivo Provincial, a solicitar al Gobierno Nacional, un empréstito hasta la suma de trescientos mil pesos moneda nacional, los que serán destinados a la construcción de la Casa de Gobierno y la Legislatura.

Por ley, en 1870, se declara expropiable toda área de terreno que se encuentre en un radio de seis cuadras desde la plaza principal a todo centro de población en los Departamentos y de doce cuadras en la Capital. Años después el Gobernador Güemes toma la decisión de construir en esos terrenos la nueva Casa de Gobierno.

En el año 1887, el Gobernador Martín Gabriel Güemes autorizado por Ley N° 59, hace enajenar en remate público sobre la base de su tasación el terreno y edificio del Cabildo, solar ubicado frente a la antigua Plaza de Armas, ahora llamada Plaza 9 de Julio, que fuera escenario de innumerables hechos de la historia de Salta, donde personalidades de la política y las armas, como José Antonio Cornejo, José Antonio Álvarez de Arenales y José Gorriti, entre otros, asumieron el gobierno.

La mencionada Ley Nº 59 establecía que “lo producido por la venta será destinado a la construcción de una casa para los oficinas públicas de la Provincia, a cuyo efecto queda autorizado igualmente el P.E. para contratar su construcción previa la licitación correspondiente. Se autoriza también para hacer expropiación del terreno que fuere necesario para la construcción del nuevo edificio.”

Como consecuencia de ello, el viejo Cabildo pasó a manos de particulares que lo convirtieron en viviendas y locales comerciales, llegando a funcionar en los altos un restaurante y, en sus patios interiores, un bar y cervecería alemana que sirvió de escenario para la realización de fiestas populares y también centro de reunión de personajes políticos notables.

Por Ley Nacional en el año 1937, se expropia el viejo edificio del Cabildo, cuya posterior reconstrucción permitió devolverle el porte hispánico que tiene en la actualidad.

Características arquitectónicas del Edificio

El edificio que hoy conocemos como tal, fue la primera obra que se plantea totalmente exenta y prácticamente sin condiciones de entorno, ya que no sólo se proyectaba como único edificio de la manzana, sino que entonces aun estaba fuera del tejido urbano.

Es así que el proyectista no solo organiza aquí una fachada y una planta, sino que corre con todo un partido complejo que deberá resolverse en distintas alturas y además con la posibilidad de abrir sus cuatro lados. Si bien se organizará en torno de patios, estos tendrán un carácter totalmente diferente al de otros edificios. Esto se logra ligeramente por su escala y por el tratamiento de los arcos de los pórticos, pero especialmente por la articulación de los espacios abiertos, los cerrados y estas galerías de vinculación. Su elevación por medio de escalinatas traerá otra novedad a la ciudad y el ingreso a la gran galería por medio de tres arcos de medio punto será algo totalmente desacostumbrado para edificios no religiosos. En la fachada principal se observa tratamiento académico: el uso de diferentes soluciones al aventanamiento: tímpano triangular abajo, lunetos arriba, ritmo claro y enfatización del cuerpo central. Esto se consigue por diferencia de escala, por el balcón corrido de la planta alta, las grandes perforaciones del ingreso y por el remate de la buhardilla enmarcada por torrecillas y techo de mansarda. La transición entre el cuerpo central y las alas laterales se resuelve con un tramo similar a los de los lados, paro enmarcado por un orden monumental.

Por todo el academicismo volcado aquí reconoce una gran influencia italiana más que francesa: la articulación de los patios, los detalles ornamentales y la solución casi serliana de sus arcos de ingreso. Aunque también se pone en evidencia desde lejos -no ya a escala peatonal- la inexistencia de mansardas en las alas y la solución muy plana de la mansarda central.

La ornamentación exterior tiene como motivo central el escudo de la provincia, que se repite en el interior del recinto principal y en las rejas de los balcones y de las escaleras. El esquema es la planta alrededor de un patio cuadrado central y los laterales menores con galerías abiertas en planta baja, que conectan las diversas dependencias.

El proyecto de este edificio que se comenzara hacia 1890, se atribuye a Manuel Solá, aunque aun falta la confirmación documental de tal dato. Lo que si conocemos es la intervención del arquitecto Francisco Righetti y la del ingeniero Vicente Arquati como directores de la obra, trabajando el primero hasta mayo de 1892 y Arquati de allí en adelante.

La primera denominación que recibió el edificio de la legislatura provincial fue “Casa de los Leones”. Era inevitable: en la parte de entrada principal se hacen aún hoy dos majestuosos cuerpos de bronce del “rey de la selva”. El total asciende a veintidós. Seis están ubicados mirando hacia la parte norte, otros seis hacia el sur. Nueve están distribuidos en el coronamiento de la parte frontal, El último fue colocado en la parte alta del escudo de la provincia. Algunos exhiben algún grado de deterioro. Una de estas piezas escultóricas del frente perdió la mitad de la cabeza. La figura de león se repite en la vereda anterior al sector de acceso de vehículos. En este caso se trata de cuerpos de leones alados y que están sentados sobre bases de cemento, separados por un par de metros entre si. En el año 1960, por una Resolución Bicameral se resuelve realizar refacciones en el edificio, en forma especial en el recinto de sesiones, que había empezado a sufrir las inclemencias de los años ya que los travesaños de madera de quebracho que sostenían el piso del recinto comenzaron a ceder, decidiendo entonces modificar esa estructura con la construcción de una loza en remplazo de los travesaños, y darle al nuevo piso un declive y desnivel hacia el frente del mismo.

Aprovechando estas remodelaciones se encomienda por Resolución de Presidencia al Señor Rafael Aguirre, famoso carpintero y ebanista de la época, todos los trabajos de carpintería del recinto: bancas, tarimas y estrado. El estrado muestra en su frente imágenes talladas a la perfección, donde se puede observar en su parte central el busto del general Güemes y a ambos costados representaciones de las principales riquezas de nuestra provincia, la industria azucarera, la ganadería, la minería, la agricultura y la maderera.

Con el pasar del tiempo la loza que sostiene el piso del recinto, produjo fisuras en todo el edificio, como resultado de la dilatación del mismo; evidentemente este edificio fue estudiado y calculado de tal manera que en su interior solamente exista como sostén del primer piso los travesaños de madera; hoy por hoy los pasillos de la planta alta se mueven al caminar, como consecuencia del paso de los años y la sobre carga de peso.

En el año 1983 junto con el retorno de la democracia, se realizaron algunas remodelaciones como por ejemplo la habilitación del ascensor ubicado en la esquina del patio sur y debajo del sector de la Presidencia del Senado, y luego de un informe de arquitectura de la Provincia fue clausurado en Julio del año 1990.

Boceto de uno de los primeros diseños del Palacio Legislativo
Boceto de uno de los primeros diseños del Palacio Legislativo