La comisión de minería del Senado recorrió el proyecto de litio “Mariana” en la Puna salteña
En plena etapa de construcción y próximo a iniciar la fase de operaciones, el proyecto de litio “Mariana”, ubicado en la Puna salteña, fue recorrido por senadores que integran la comisión de Minería, quienes se interiorizaron sobre los pormenores del emprendimiento, así como su sustentabilidad ambiental y social.
Ubicado en las proximidades del volcán Llullaillaco, a 430 kms. de la ciudad de Salta y a 3.750 metros sobre el nivel del mar, el proyecto de litio “Mariana” fue recorrido esta semana por senadores que integran la Comisión de Minería; Recursos Naturales y Medio Ambiente, quienes se interiorizaron sobre distintos aspectos del emprendimiento, que lleva adelante la empresa Litio Minera Argentina S.A., subsidiaria de la internacional Ganfeng Lithium.
Para llegar hasta el lugar, los senadores, Leopoldo Salva, Gustavo Carrizo, Leonor Minetti, Sonia Magno y Dani Nolasco, debieron cubrir un trayecto de casi diez horas de viaje, uniendo Salta con San Antonio de los Cobres por la ruta nacional 51 y más adelante, por la ruta provincial 27, pasando por localidades como, Olacapato, Salar de Pocitos y Tolar Grande, último pueblo ubicado a unos 95 km. del campamento.
En el lugar fueron recibidos por personal directivo, quienes explicaron detalles del proyecto y ofrecieron una recorrida por las instalaciones, que en la actual etapa de construcción albergan a unos mil trabajadores; previendo entrar en operaciones a partir del próximo año para la producción de cloruro de litio, en conjunto con la planta industrial de General Güemes.
Indicaron que el proyecto prevé una inversión del orden de los 600 millones de dólares distribuidos entre el proceso de extracción de la salmuera del salar del Llullaillaco; su traslado en contenedores hacia la planta de Gral. Güemes para completar la producción del cloruro de litio y el auto abastecimiento de energía mediante la construcción de un parque fotovoltaico de 120 MW en las proximidades del campamento y una línea de media tensión que ya se encuentra en fase avanzada.
Respecto de la extracción se explicó que se trata de un proceso convencional por piletas, que se desarrolla en tres pasos, donde el resultado final es la salmuera de litio que, cuando inicie la etapa producción, se enviará a Güemes para su refinación como cloruro de litio, estando previsto llegar a producir unas 20 mil toneladas por año.
En ese marco, además del aspecto operativo de la planta, los legisladores consultaron sobre el uso y recuperación del agua, gestión de residuos, protección de la flora y fauna del lugar, así como de los suelos y protocolos de actuación antes el hallazgo de restos arqueológicos.
También se dialogó sobre la relación de la empresa con las comunidades originarias, el origen del recurso humano y la capacitación requerida, la relación con proveedores locales y la logística de la operación en general.
En ese sentido los legisladores destacaron la incorporación de mano de obra local, “comprobamos que gran cantidad de jóvenes salteños están trabajando y muchos de ellos están altamente capacitados”, explicó el senador Nolasco, mientras que la senadora Minetti puso de relieve el alto porcentaje de mujeres que se animaron a desempeñarse en la Puna. En tanto la senadora Magno destacó la oferta educativa de las universidades locales, formando ingenieros químicos, ingenieros en electricidad industrial y otras especialidades que hoy demanda la minería.
El senador Carrizo puso énfasis en la cooperación del estado provincial con el sector privado y el senador Salva se refirió al aspecto ambiental, a la situación de la infraestructura vial y a la necesidad de traducir la recorrida en distintos proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de la gente de la Puna.
La Casualidad
Tras la recorrida por el proyecto Mariana, los legisladores se dirigieron a la ex mina Julia, ubicada en la frontera con Chile al oeste y con Catamarca al sur, a unos 5.200 MSNM y al antiguo campamento en La Casualidad.
Allí pudieron comprobar la situación derivada del cierre de ese emprendimiento, ocurrido a fines de la década del ‘70, cuando la producción de azufre perdió valor en los mercados internacionales, obligando a sus más de tres mil trabajadores a abandonarlo.
En ese sentido, el senador Salva sostuvo que, en aquel momento, debió preservarse de la destrucción a las instalaciones del campamento para el desarrollo turístico, como parte del patrimonio de la Puna salteña.